No queremos que BerriOna pierda su color.
El color que lo define como lugar de acogida y encuentro, como espacio abierto al barrio y a las personas que se acercan, como oferta de espiritualidad, de opciones, de fe... Como propuesta de escucha para quien busca una palabra de aliento, desahogo o acompañamiento personal. Como compromiso para con las personas débiles y frágiles y más afectadas por esta nueva situación que estamos viviendo.
¡Estamos abiertos!
En este tiempo ya no tenemos actividades programadas. Pero sí estamos a tu disposición. Pásate y charlamos un rato.
Hemos recuperado el horario habitual.
Es tiempo de compartir.