Homilía , 6 Julio 2025
Todo el relato del evangelio de hoy está lleno de urgencia y movimiento.
Enviar, ponerse en camino, entrar, ir, delante de él, dar, curar, anunciar, salir….
Por eso no queda tiempo “ni para saludar a nadie por el camino”
Y es que la realidad urge.
No hay que actuar con prisas pero sí con urgencia.
Porque no podemos quedarnos tranquilos cuando tanta gente necesita compañía en la soledad, sanación en su males, paz en su desasosiego, mas paz en las guerras en el mundo.
“Vamos”, “Id”, “Poneos en camino” –dirá Jesús.
Es importante nuestro modo de vivir y de estar en este mundo. Es nuestra vocación, es nuestra misión.
Y así el evangelio de hoy va dando una serie de recomendaciones.
Jesús designó a otros 72. Es decir a muchos. A sus discípulos y seguidores/as.
No es una mera decisión mía. No se me ha ocurrido a mí. De alguna manera hemos sido invitados por Jesús. Él nos invita. Es el famoso “Sígueme” con el que Jesús invita a sus discípulos.
Nos dice, además, que hay mucho por hacer. (La mies es mucha….) (¿A dónde se te va el pensamiento: a nivel personal, relacional, laboral, social…)
Y que la tarea, muchas veces, no es fácil (“Sabed que os envío como corderos en medio de lobos…)
-“no vayáis de casa en casa, permaneced en la misma casa”. Es decir actuad allí donde estáis. (En nuestra parcela)
Y sed agradecidos con lo que hay donde estáis y vivís (Comed y bebed de lo que hay). Sobre todo si eso es compartido.
Y, por último, las tres tareas prioritarias: Llevar paz. Curar a los enfermos que hay. Y anunciar la Buena noticia del reino amoroso de Dios.
Terminamos en BerriOna, por este curso, la actividad de conocimiento y compartir el evangelio que llamamos La Palabra. Ya en septiembre abriremos de nuevo este espacio que esperamos sea de tu interés. Hoy te dejamos aquí (en Ver Adjuntos) la hoja y la canción de esta semana. ¡Feliz verano!