Diálogos desde Evang. La Asunción 1Jun25
- 01 de Junio de 2025
Domingo de La ASCENSIÓN, ciclo C
Y entonces Jesús les dijo:
“Vosotros sois mis testigos. Vosotros sois testigos de esto”.
Solo puedes testimoniar: la experiencia personal que has vivido o vives. Si no estás lleno de Dios no puedes hablar de Dios.
Y así con cualquier valor humano: Si no estás lleno de paz, o de amor, o de justicia… no convencerán tus palabras sobre la paz, el amor o la justicia…
Somos, solo, más creíbles si anunciamos (con humildad, como propuesta, como aportación…) aquello que vivimos.
Por eso, se es testigo principalmente -claro está—con la vida. Las palabras (ellas solas), pueden camuflar, o engañar o confundir. Serán los hechos de vida, el modo y estilo de vivir los que hablen, los que hablan.
Jesús nos dice hoy: sed testigo de todo esto, de lo que habéis conocido, de los valores del Evangelio, de los valores del Reino. Vivid, amad, como yo lo he hecho.
Sed testigos con otros/otras. En comunidad. ¡Canta! Canta con otros!
¿Te dijo alguien alguna vez que tu voz no era lo suficientemente buena?
Se equivocaban. ¡Únete a un grupo de canto, a una comunidad de testigos, y verás cómo sí suena tu voz al unísono y en armonía con un círculo de otros voces!
“Vosotros permaneced en la cuidad”
Testigo ahí donde estás, donde vives, donde eres.
Los creyentes hemos sido acusados de haber puesto nuestros ojos en el cielo y habernos olvidado de la tierra.
Sin embargo, el testimonio cristiano consiste precisamente en buscar y esperar la plenitud y realización total de esta tierra. Aquí y hoy. Creer en el cielo es querer ser fiel a esta tierra hasta el final.
Los conflictos, la guerra, los sufrimientos, los fracasos de esta sociedad y del mundo no pueden sernos indiferentes.
No renuncies a tu poder ni a tu responsabilidad de reparar este mundo roto.
“Y alzando las manos los bendijo”
Tenemos la bendición de Dios.
Nosotros, los cristianos debemos de ser, en medio del mundo, fuente de bendición.
En un mundo donde es tan frecuente «maldecir», condenar, denigrar… es más necesaria que nunca la presencia de personas y de seguidores de Jesús que sepan «bendecir», decir bien, buscar el bien, hacer el bien, atraer hacia el bien.
Canto: nº 3. “Id amigos por el mundo….”
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