Dialogos. Desde evang 12 Dic
- 12 de Diciembre de 2021
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Estar expectantes es estar así como con las orejas tiesas y la mirada atenta y la atención consciente ante una situación, un acontecimiento o ante aquello que vaya a pasar.
Estar atentos/as a lo que Dios nos dice. Al Dios que llega.
Adviento también es (y sobre todo) vivir en una actitud “expectante”.
“El pueblo, la gente -dice el Evangelio- estaba expectante y todos se preguntaban si….”
Y es que cuando vivimos en una actitud así surgen sin más las preguntas:
Y entonces ¿yo qué puedo hacer?
¿Nosotros qué podemos hacer?
Así les ocurrió a los que en aquel tiempo estaba alrededor de Juan.
Y no se preguntan lo que hay que pensar, si siquiera lo que hay que creer. Son gente que quieren enfrentarse a su propia vida.
¿Y nosotros qué debemos hacer?- le dicen
Y Juan responde:
• Practicar la justicia y la misericordia.
• Les habla de los pecados contra los demás (la extorsión, el abuso, la violencia, la violación de derechos, el acumular, la corrupción, la mentira y las denuncias falsa, etc…). Nos suenan estos pecados, hoy también..¿verdad?
• Pero no pretende que se retiren del mundo.
• No les invita a dejar todo y a irse al desierto, sino que cada uno permanezca en su puesto. Y que continúe haciendo lo que hace, pero de otra manera.
Es decir, (por decirlo de una manera simple) hacer lo que hacemos, estar donde estamos pero ¡bien!
A nivel personal, comunitario y social.
A Dios se le acoge en la vida normal. No a través de cosas excepcionales. Más que los gestos extraordinarios, cuenta la fidelidad en lo cotidiano.
Además “hacer” tiene su importancia con relación a una búsqueda de Dios. Ya que no cualquier conducta es compatible con el descubrimiento de Cristo. No es indiferente comportarse de una manera u otra.
Me preguntaba yo si los cristianos hoy nos hacemos estas preguntas.
O quizás sí. Pero
Estamos dispuestos a oír las respuestas. Esas que nos hacen volver la cabeza y el corazón a la realidad sufriente.
Pero si no volvemos la cabeza y el corazón hacia ahí, no podremos ver por donde viene y llega Dios.
¿Cuándo te vimos hambriento, desnudo, en la cárcel, maltratado y excluido…? Y no te socorrimos….
-Cada vez que lo hicisteis con uno de esos mis hermanos más débiles a