En el domingo de "La Sagrada Familia" ,
Celebramos en este domingo el día de la FAMILIA. A la de Nazaret la llamamos “Sagrada”, la Sagrada familia. Decimos que es sagrada porque Dios está en ella. Porque el amor la envuelve.
Y por esta misma razón, pienso que nuestras familias también son sagradas porque viven envueltas por el amor creador de Dios.
¿Por qué si no nos amamos tanto en familia?
Ese amor de Dios se manifiesta no solo en la familia tradicional, compuesta por un hombre, una mujer y unos hijos, sino también, en las diferentes maneras de vivir en familia. Ya entendemos y aceptamos que hay otros tipos de familia, otros modos de vivir en familia: parejas de hecho, sin hijos, con hijos; parejas del mismo sexo, con hijos adoptados; familias mono parentales; familias de acogida, etc.
En estas familias también se manifiesta el amor creador de Dios.
Lo importante no es la clase de institución familiar en que vivimos, sino los valores humanos que desarrollamos. En cualquier modelo de familia lo importante es el la familiaridad, la proximidad, el cuidado mutuo,… el amor.
Para nosotros/as cristianos, el amor que Jesús predicó y que debemos desarrollar en cualquier circunstancia que la vida.
Por ello, no debemos sacralizar ninguna institución. Las instituciones tienen que estar siempre al servicio de la persona humana. Ésta es el valor supremo.
La tradición siempre nos ha presentado a la Sagrada Familia, como familia con serias dificultades. Tuvieron dificultades en la gestación de Jesús, dificultades para traerlo al mundo: “no había sitio para ellos en la posada”. Dificultades (como en el evangelio de hoy) porque el Rey Herodes intentaba matarlo y tuvieron que emigrar a Egipto. Cuando pierden y no encuentran a su hijo, o cuando ya de mayor no entienden sus decisiones o manera de actuar,…
La Familia de Nazaret puede (también hoy) servirnos de orientación para superar las dificultades que toda vida familiar encierra.
Los creyentes cristianos siempre descubrimos en el hogar de Nazaret aspectos valiosos, porque nos orientaremos por el amor de la familia de Nazaret.
Como la confianza decidida y comprometida en Dios. (José en la noche de la dificultad, de las preocupaciones e incluso del miedo..) oye y descubre la voz de Dios.
La capacidad de decisión, de ponerse en camino. Nos enseña a estar dispuestos a salir de nuestras propias seguridades, ideas y formas hacer.
A no olvidar que la familia es el primer espacio de proximidad, donde somos acogidos, nombrados y cuidados. Y por tanto donde debemos acoger, nombrar y cuidar a otros y otras.
A no olvidar tampoco que la familia de José, María y Jesús fue una familia de inmigrante y refugiados (según nos señala el relato) y desde ahí revisar nuestro lenguaje, posicionamiento y trato ante las personas inmigrantes y refugiadas que llegan aquí, entre nosotros.
Y por, ultimo a dar gracias hoy por nuestra familia. Y seguir fomentando esa historia de amor, tolerancia y respeto…