Madrugada de Magdalena (Patxi Loidi) publicado por Eutsi Berrituz)
Pero ¿qué haces, mujer?
¿Qué peligroso atrevimiento
te ha robado el sentido
para salir a tales horas de tu encierro,
cuando la noche manda y ni siquiera el sol
se atreve a aparecer en público sin miedo?
¿A dónde vas? ¿No sabes
que los bandidos y ladrones, al acecho,
esperan al incauto caminante,
para desvalijarlo sin remedio?
¿A dónde vas antes del día tan cargada?
¿Cuánto valían tus inciensos,
aromas y perfumes?
¿Ni siquiera pensaste en protegerlos?
Pero el amor es atrevido.
Pierde los ojos y se queda ciego.
No ve más que al amado.
Y se lanza a la calle por el medio.
Ah!, si cerrara yo también mis ojos
a tantas vanidades de desecho
y los abriera solo para ti,
Jesús Resucitado, amor sin freno,
esperanza de quienes no la tienen,
luz en la noche, guía en el desierto.