Cuando sé quién soy, sé mejor qué hacer. Pero, al mismo tiempo, en el hacer me voy constituyendo como persona. Ya que ser persona –nos decía Txemi Santamaría- es algo dinámico. Y no solo nos descubrimos en el hacer sino además y también en el “para quién”. El “para quién” da un rostro a nuestra vida. Nos cambia la mirada.
Txemi Santamaría captó la atención de las casi cuarentas personas que el pasado viernes día uno nos reunimos en el Café-Tertulia de BerriOna.
De una manera sencilla, pedagógica y gráfica nos fue guiando a esa “mirada interior” que nos sana. Mirada contemplativa (que observa y disfruta de lo que observa). La mirada de los místicos. Mirada que no se queda en el ensimismamiento sino que nos lleva a ver y posicionarnos en la realidad de otra manera. Una mirada compasiva que nos lleva a ser más compasivos en el día a día.
En un determinado momento de la charla las palabras dejaron espacio al silencio en un ejercicio práctico de interioridad.
“Lo contrario a la interioridad no es la exterioridad sino la superficialidad” –se decía.
Expresado gráficamente. Vivimos con la linterna hacia fuera con impaciencia y prisas. Debemos (de vez en cuando al menos) volver la luz de la linterna hacia dentro. Para vernos, para poner nombre a los sentimientos y emociones, para difuminar las sombras,… Y para desde ahí ver la realidad de otro modo.
El silencio, la meditación, la oración… son formas, espacios y tiempos que ayudan a enfocarnos hacia dentro. Para descubrir, contemplar, agradecer y…ser.
Y así saber mejor qué hacer y hacia quiénes.
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Próximo Café-Tertulia el 1 de Marzo, viernes. El título que le hemos dado: “Aceptar, soltar, entregar…la oportunidad de ser en plenitud”. Nos acompañará y guiará Pepe San José, educador social, terapeuta. De las comunidades cristianas ‘Fe y Justicia’.