Cuando aquel día le preguntaron a Jesús, con mala intención, si un hombre-varón podía divorciarse de su mujer, como lo permitía la ley de Moisés en contra de la mujer….
Jesús se puso en el lado del respeto, de la dignidad y de la igualdad para la mujer. No entró en su juego de normas y leyes que seguían sometiendo a las mujeres. Se puso a otro nivel.
Desde el principio –les dijo- lo soñado y lo creado por Dios: misma dignidad, mismo respeto, misma igualdad.
Hoy nos levantamos con la noticia de una más mujer asesinada. Y ya son 39 en lo que va de año.
Como sociedad y como personas debemos subir el nivel y hacer concreto y diario (con actitudes y hechos) el respeto, la dignidad y la igualdad para toda persona.
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