El martes 9 de enero tuvo lugar en el centro pastoral BerriOna la tercera sesión de BATU, el espacio mensual para crecer y compartir. En esta ocasión, Txema Olleta Ormaetxebarria, nos ayudó a reflexionar acerca de la diversidad afectivo-sexual que es fruto de las distintas maneras que hay de manifestar amor, afecto, cariño y sexo.
La perspectiva occidental, influenciada por el patriarcado y la heteronormatividad, está basada en una visión binarista de género que está presente en la construcción de nuestras identidades y que discrimina unas frente a otras.
Por ello es necesario poner en valor esa diversidad que nos capacita para elegir y tomar decisiones, también, en las cuestiones que hacen referencia al sexo y al género. Existen tantas maneras de querer como personas hay en el mundo porque cada cual desde su propia individualidad es diferente, único y genuino e, independientemente de nuestras preferencias y orientación del deseo sexual, tenemos derecho a amar a quién queramos y ser queridos así como deseamos. Siempre desde el respeto y la libertad.
Vivir en un mundo diverso nos enriquece.