Diálogos. Desde evang 20 nov22

  • 20 de Noviembre de 2022
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“No fueron los clavos los que sostuvieron a Jesús en la cruz, sino el amor”

Y en aquella experiencia de suplicio, exclusión, cruz y muerte hay (sin embargo y sobre todo) unas palabras que nos abren a la luz, que abren los cielos, que nos abocan a Dios.
-“Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino!
-“Yo te aseguro y en verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”.

Aquellos brazos, clavados pero abiertos, acogen a quien está dispuesto a “ponerse a salvo”.

Dios abrazando –como Jesús había hecho en su vida pública- a todos los crucificados de la historia, a todas las víctimas inocentes, a todas las personas injustamente tratados por la vida, antes-de ayer y de hoy.
A …todos nosotros /as también.

“Hoy estarás conmigo en el paraíso”.
Es una promesa de Jesús, el Señor, que no se queda en bonitas palabras sino una promesa por la que apostó y en la que se jugó su vida.
Hasta la muerte.
Vivió a muerte por nosotros.

El pueblo estaba mirando.
Los magistrados, las autoridades, hacían muecas y decían: “A otros ha salvado que se salve así mismo”
Los soldados se burlaban: “Si eres rey, sálvate..”
Uno de los crucificados con él: “¿No eres tú el Mesías, pues sálvanos ...”

Baja de la cruz y te creeremos. Haz un milagro espectacular y creeremos en ti. Le dicen todos. (Y quizás ocultamente se lo repetimos a Dios nosotros también).

Pero Jesús no baja de la cruz.
Queda allí. Muriendo como había vivido: por amor y en defensa de los últimos de la tierra, en defensa de todos.

La cruz de Jesús o mejor Jesús en la cruz se convierte así en esa paradoja de la vida que Él tantas veces había dicho y actuado:
“Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por….”

Sus brazos abiertos son el abrazo de Dios para todos.

Pero solo desde la humildad, desde la aceptación de mi propia vida, solo desde el reconocimiento sincero y humilde de mis errores y pecados, solo desde la confianza plena y la verdad… se le puede reconocer.
Y así lo dirá uno de los crucificados con él: “Y nosotros, con razón porque nos lo hemos merecido con nuestro hechos, en cambio éste nada malo ha hecho. – Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino”

Solo desde esa actitud:
-Se nos abre el cielo.
-Descubrimos el sentido de la vida (aún incluso en medio del sufrimiento, el dolor y la muerte)
-Nos solidarizamos de verdad y con justicia con las víctimas, con los excluidos y los crucificados de de hoy.
-Y vivimos y resucitamos (aunque parezca que la vida, esta vida, se extingue)
Solo desde esa actitud caemos en la cuenta (por experiencia propia) del Amor de Dios.

Solo mirando la vida de Jesús en la cruz podemos entender esas palabras de Dios.
“En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso”

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En Ver adjunto, tienes la hoja y la canción del Encuentro con La Palabra de esta semana. Ya sabes que todos los jueves a las 19,30 y todos los sábados a las 19,00h nos juntamos en el centro BerriOna para conocer, compartir y vivir el evangelio de Jesús.
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