Desde Evang domingo 20 Junio2021

  • 20 de Junio de 2021
imagen Desde  Evang  domingo 20 Junio2021

Puestos en pie, en actitud de escucha, y en silencio respetuoso hemos escuchado el Evangelio. Y al final hemos contestado “Gloria a ti, Señor Jesús”

Y es que no somos meros espectadores u oyentes de un relato antiguo que alguien escribió. Somos, más bien y sobretodo, protagonistas de un episodio de vida y de fe.

Los evangelios, escuchado con fe, sin prejuicios y con humildad, siempre nos invitan a una travesía, a un movimiento de nuestra vida.
Lo vemos también hoy cuando Jesús dice, nos dice:
“Vamos a la otra orilla”

¿Estás dispuesto/dispuesta? A esta travesía.

Ir a la otra orilla es salir de nuestra situación muchas veces acomodada, rutinaria y hecha…y levantar la vista al otro lado.

(Como dice el poeta)-
Ir a la otra orilla,
a la orilla en la que se hacinan tantas personas,
a la orilla de la que salen las pateras,
a la orilla que reclama justicia y vida digna.

Ir a la otra orilla
con el corazón y las manos limpias,
con la mente despejada
y entrañas compasivas.

Ir a la otra orilla
siguiendo tu propuesta y tus huellas,
sin mirar de soslayo
y sin añorar lo dejado en las riberas.

Ir a la otra orilla
sin corazas ni barreras,
con la humildad dentro y fuera
y la esperanza florecida.


Ir al otro lado no es solo ir a otro territorio geográfico sino a otro territorio existencial. Es ir a otras personas que claman acogida, escucha, justicia y vida. Es ponerse en otras actitudes, opciones y valores desde los que vivir (respeto, dignidad, servicio, perdón, amor…)
Es presencia en otras realidades o… normalmente en las de siempre. Pero con otro modo de presencia, con otra actitud y con otra gracia.
Vamos a la otra orilla.

2.- Pero al poco de comenzar el viaje nos damos cuenta de que no somos pasajeros, sino que cada uno estamos al mando. Que guiamos nuestra barca, nuestra vida desde el timón mas valioso que se nos ha dado (que Dios nos ha dado)= la libertad.

Con razón nos parecía que Dios (que nos había invitado a esta travesía) se queda atrás (en popa) y dormido.


3.- Y, ya mar adentro, cuando empezamos a tener miedo, miedo de verdad, cuando la vida nos zarandea, cuando nos asustamos del compromiso, las dificultades, los fracasos… o la enfermedad o la muerte de tantos…y de la nuestra propia….

Le gritamos a Dios. Le preguntamos angustiados. “Pero ¿no te importa que nos hundamos?
La fe nace también de un grito. Y… de una pregunta

Y Dios nos responde con otra pregunta. ¿Por qué sois tan cobardes? ¿Por qué tenéis tanto miedo? ¿Aun no tenéis fe?

Dice el Evangelio que vino una gran calma y el viento amainó.


4.- Y aun sobrecogidos, como los discípulos, decimos: Pero ¿Quién es éste?

¿Quién es éste? es la pregunta con la que termina el pasaje, el relato de hoy. Una pregunta que nace del asombro.
Una pregunta que ahora tú y yo y cada uno podemos y debemos contestar.

Pero no respondas con la cabeza sino desde la existencia, desde tu experiencia, desde tu vida (quizás también metida en incertidumbres, o en tormentas o en el miedo).
Pero ¿quién es éste que hasta el viento y el mar obedecen?


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