Desde Evang domingo 13 Junio21
- 13 de Junio de 2021
Qué efecto más bonito y original tienen las parábolas, ¿verdad?
Nos hablan de una cosa. De algo de la vida diaria, normal, de todos los días
Pero enseguida nos llevan más allá.
(Es que quizás… el lenguaje del misterio es el lenguaje de las cosas simples. El lenguaje se puede contener en imágenes ligadas a la vida de cada día)
1.- Decir además que en boca de Jesús estas parábolas recogen su experiencia personal.
Jesús mismo participó también de esa experiencia humana de que las cosas muchas veces se vuelven para atrás.
Él también soñaba con un mundo y una sociedad más justa, mas humana y fraterna.
Su mensaje de afanaba contra una religión y un poder social y político que excluía, abandonaba y oprimía a las personas más débiles.
El anunciaba una situación nueva donde se establecían otras relaciones. Donde el amor era la seña de identidad. Donde Dios era un padre misericordioso y compasivo.
Lo que él llamaba el Reino de Dios.
Pero él mismo cada día vivía más conflictos y fracasos. Las autoridades religiosas y políticas se van poniendo en su contra, sus discípulos muchas veces no le entienden, y hasta su familia…..
Todo esto lo rezaba a Dios cuando se retiraba solo.
Y, quizás, desde ahí y desde las cosas sencilla de cada día que observaba y que era tarea habitual de su pueblo y cultura….
Cuenta a sus discípulo y a la gente (y por extensión a nosotros/as) estas dos pequeñas parábolas de hoy.
En la primera nos quiere contar y enseñar de que aprendamos a confiar en Dios. A pesar de todo. A confiar contra toda desesperanza.
Tendremos que hacer nuestro trabajo. Eso sí. Como el sembrador que siembra y que recoge las espigas. Una tarea un compromiso que tiene que ser bien hecho. Pero luego (en medio) la confianza que es paciente y que se cuece a fuego lento. (Duerme y se levanta, de día, de noche, sin que sepa cómo, primero los tallos, luego, la espiga, después el grano….)
Hay cosas que no dependen de nosotros.
En la segunda:
Son las acciones pequeñas. Lo que yo puedo añadir a esta historia, a esta sociedad, a este mundo.
Poco quizás. Pero lo que está en mis manos.
El valor de lo pequeño.
Como dice E. Galeano
Son cosas chiquitas.
No acaban con la pobreza
no nos sacan del subdesarrollo,
no socializan los medios de producción
y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá.
Pero quizá desencadenen la alegría de hacer,
y la traduzcan en actos.
Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad
y cambiarla aunque sea un poquito,
Es la única manera de probar
que la realidad es transformable.
Como el granito de mostaza que es la más pequeña de las semillas