Desde Evang domingo 10 Mayo

  • 10 de Mayo de 2020
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Necesitamos una mirada nueva. Iluminada por la fe.
Nos da miedo confiar y soltarnos de nuestras seguridades de siempre. Con razón nos tiene que repetir Jesús: “que no se turbe vuestro corazón”, que no tengamos miedo. Y que confiemos en Dios y en él.

Y es que muchas veces nos agarramos a nuestras pequeñas “sabidurías” de siempre y reflexionamos sobre eso de que “no sabemos a dónde vas”. Otras, buscamos visiones luminosas, seudomísticas,… y decimos: y “por qué no nos muestras al Padre y nos basta”.
Necesitamos confiar más, soltarnos, dejarnos ir tras él. Y así encontraremos el camino, la verdad y la vida.
Necesitamos aprender del hoy y del aquí para descubrir el camino. Camino donde deberá primar el amor sobre el miedo, el bien común sobre el egoísmo. Esa es la verdad que conduce a la vida.
También en este tiempo de confinamiento y pandemia por el coronavirus hemos aprendido muchas cosas: caminos, verdades y vida.


(“Las he tomado de un trabajo del “Grupo de trabajo ÉTICA Y COVID (Euskadi)” – perteneciente a ABFyC (asociación bioética fundamental y clínica)

-Que si tratamos a todas las personas igual, faltaremos a la equidad y al reconocimiento de que la igual dignidad merece igual estima y consideración, pero no hacer lo mismo.
-Que hay personas que tienen serias dificultades para ser reconocidas como sujetos de derechos.
-Que la salud es vida auto-insuficiente con significado, que necesita relación y compromiso.
-Que las ayudas de emergencia, no pueden ni deben de ser, en una sociedad justa, el modo habitual de enfrentar el empobrecimiento de las personas, por lo que se debe de garantizar una renta básica a toda la ciudadanía que asegure unos mínimos de vida saludable.
-Que hay servicios esenciales que no se pueden sustituir por teletrabajo.
-Que en cualquier momento podemos morir y que no es lo mismo morir bien que mal, porque morir siempre es con-morir, como vivir siempre es con-vivir.
-Que la “crisis de los cuidados” y el “envejecimiento de nuestras sociedades”, nos han devuelto la conciencia de que las relaciones comunitarias en los entornos naturales son imprescindibles.
-Que es urgente poner en marcha un sistema eficaz y suficientemente dimensionado de servicios sociales.
-Que hay compromisos y lealtades, profesionales o voluntarias, que no se pagan con “salarios”, sino con “honorarios”, es decir con reconocimiento social.
-Que el lucro y la distribución desigual de los bienes básicos escasos, es inmoral e injusto.
-Que la justicia requiere trasparencia, argumentación, conocimientos y deliberación entre diferentes perspectivas.

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En Ver Adjunto la Hoja de La Palabra. Una propuesta del centro BerriOna para conocer,compartir y vivir el Evangelio de Jesús. Durante el confinamiento seguimos estos encuentro desde las casas.


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