Como comenzar el silencio

  • 01 de Abril de 2020
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Hay muchos modos de explicar cómo comenzar a hacer y estar en Silencio. Aquí te dejo cómo lo explica Nicholas Buxton,(en su libro“El silencio interior. Práctica de la meditación cristiana” Ed Sígueme 2014, Págs 16-17).

-“Primero de todo, colócate en una posición en la que creas que puedes permanecer razonablemente quieto durante el espacio de tiempo que deseas meditar –ya sean veinte minutos, media hora o más-, sin que precises moverte innecesariamente. Si es posible, aunque no sea esencial, trata de sentarte con la espalda recta y sin apoyarla, bien en una silla, bien en el suelo, en una postura relajada y cómoda, pero también tranquila y atenta.
Puedes cerrar los ojos o dejarlos entreabiertos. A la mayoría de la gente le resulta más fácil concentrarse con los ojos cerrados, pero si quieres mantener los ojos abiertos, elige algún punto frete a ti y fija la mirada en él.

Después , inhala y exhala. Respira con normalidad, ni deprisa ni despacio. Procura atender a tu respiración. Sé consciente del aire que entra y del aire que sale. Siéntelo en la nariz; nota el frescor del aire que cosquillea según para por los conductos nasales. Siéntelo en tu abdomen cuando se ensancha y se estrecha el pecho con cada inhalación y cada exhalación.

Mucha gente gusta de usar una oración o un mantra que, junto con la respiración, ayuda a fijar la atención y a evitar que la mente divague. Recomiendo elegir una palabra o una frase de dos sílabas, que puede coordinarse fácilmente con la respiración, si bien hay otras posibilidades. No tiene que ser una palabra o una frase que tenga sentido. De hecho emplear un mantra que no tenga un sentido claro supone ciertas ventajas, una de las cuales consiste en ayudarnos a evitar que nos perdamos en razonamientos y discursos.

Y continúa sencillamente inhalando y exhalando, inhalando y exhalando… Mantén tu atención fija en la respiración. Sigue repitiendo la palabra. Continúa exhalando e inhalando. Cuando aparezcan los pensamientos –que aparecerán- no te empeñes en suprimirlos, pues sólo conseguirás generar más pensamientos. Intenta solamente no quedar atrapado por ellos: contempla como vienen y se van, observándolos desde lejos en silencio. Cuando seas consciente de que tu mente se ha desviado del aquí y el ahora, deja que se vaya ese pensamiento y centra tu atención de nuevo en la respiración.
E inhala y exhala, inhala y exhala… Eso es todo.
Bueno, quizás no todo…”



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