¿Cómo hablar de Dios como Padre y como Hijo y como Espíritu Santo?
La Trinidad (la fiesta litúrgica de hoy) constituye mas una invitación al silencio, a la adoración, a la contemplación, al titubeo en las palabras.
Únicos medios que nos permiten entrever algo del misterio de Dios.
El creyente debería ser una persona contemplativa, es decir alguien que se deja envolver y habitar por la luz. Y que luego refleja en la vida diaria alguna ráfaga de esa luz que lo trasfigura. Y que le lleva a vivir desde ese Amor traduciéndolo en acciones de acogida, solidaridad, lucha y opción.
Así es, se trata más de:
hablar de Dios balbuceando
comprender viviendo
acercarse al Misterio adorando
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En Ver Adjuntos , la hoja de ayer en el encuentro "La Palabra" en BerriOna.
Todos los sábados a las 19,00h, espacio abierto