Desde el Evangelio domingo 2 Dic Adviento
- 02 de Diciembre de 2018
1.- El Adviento es un anhelo.
El corazón humano está inquieto porque no posee lo que anhela.
Y nos ponemos en movimiento para buscar, …para resolver las necesidades, para satisfacer los deseos, para realizar los sueños.
Si fuésemos perfectos, si no hubiera carencia alguna en nuestro ser viviríamos en la quietud… pero no es el caso.
Buscamos y perseguimos la paz, la salud, la felicidad, el amor… Buscamos a Dios.
Lo expresaba bien S Agustín cuando decía: “Dios nos hizo para él y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en él”
El Adviento es un anhelo, un deseo, una esperanza que brotando de la vida y en la vida ordinaria, desde la vida de todos los días se levanta y se eleva en forma de deseo, suspiro, sueño, anhelo.
“Ven, ven Señor, no tardes. Ven que te esperamos…”
Anhelo, deseo que clama al cielo al hacernos conscientes de las injusticias, la exclusión, el sufrimiento de tantos hombres y mujeres de nuestro mundo y nuestro tiempo.
El grito de dolor, silencioso o explícito, que clama compasión, solidaridad y justicia.
Adviento es un poco ese grito, ese anhelo, ese deseo esperanzado…
2.- PERO Adviento es además y también el venir de Dios.
Venir, salir al encuentro es propio de Dios.
Como se define en el Apocalipsis: “ Yo soy el que soy y el que viene”
Dios sale, viene… Sale al encuentro del ser humano.
Y en otro pasaje dice:
“Mira que estoy a la puerta y llamo, y si alguno me abre, entraré y cenaremos juntos”
Dios no solo vino y vendrá sino que sigue viniendo.
En la fragilidad de las mediaciones humanas, asumiendo los riesgos de la historia.
3.- Y es ahí. En ese anhelo de ser humano (por un lado) y en ese Dios que sale, que viene (por otro): donde se produce, cuando se encuentran, el chispazo de fe, esperanza y de amor.
Es el Adviento.
Y se hace Navidad.
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En Ver Adjuntos: hoja de "La Palabra" y canción en el encuentro de la Palabra de ayer sábado. Cada sábado a las 19,00h Encuentro con la Palabra en BerriOna.