Se nos ha caído el campanario

  • 21 de Mayo de 2016
imagen Se nos ha caído el campanario

Cuenta Enzo Biemmi (director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Verona) que:
El 24 de junio de 2013, Luigi Spirandelli, párroco de la parroquia de Ramodipalo di Lendinara, me contaba que también un 24 de junio, 20 años antes, el edificio de la iglesia de su pueblo había padecido una verdadera catástrofe. Los fieles habían abandonado ya la iglesia y él acaba de cerrar la puerta cuando de repente oyó un ruido terrible y se vio sumergido en una nube de polvo. Tuvieron que pasar unos minutos para que el polvo se disipara. El padre Luis se quedó boquiabierto. ¡El campanario de su iglesia había desaparecido! Un mini-tornado lo había arrancado y levantado como una pluma, dejándolo caer con estruendo sobre el tejado de la iglesia. Reconstruyeron la iglesia, la reabrieron doce años después. Pero no pudieron llegar a reconstruir ya el campanario.


Actualmente en las comunidades cristianas, debemos valorar lo que tenemos y lo que queda pero por otra parte evitar quedar atrapados por el efecto polvareda (del campanario caído).
Lo que queda de la cristiandad en las costumbres sociales debe ser valorado para operar el paso de una de una fe convencional a una fe por convicción.
Pero y al mismo tiempo debemos abrir nuevas propuestas, nuevos modos, nuevas formas y nuevos lenguajes. Debemos trabajar desde el presente por el cristianismo que vendrá. Esta actitud exige coraje y sabiduría pastoral.

Y es que vivimos bajo la impresión de que algo viejo está desapareciendo, sin que estén muy claros los perfiles de lo nuevo que va emergiendo.


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