Comentario al Evangelio de este domingo
- 21 de Mayo de 2016
Aitaren eta Semearen eta Espiritu Santuaren izenean
Para mí Dios es una experiencia de diálogo, de relación, de encuentro. Que me envuelve y me habita. Con quien puedo hablar y a quién percibo que me habla: en mi propia conciencia, en los acontecimientos de la vida, en los demás,….
Un Dios que cuando me habla me desinstala, me saca de mi rutina o mi comodidad.
Un Dios diálogo, palabra.
Un Dios amor que me quiere y me acoge a pesar de mis errores y pecados.
Que se pone a mi lado y acompaña mis pasos.
Es para mí, el Dios manifestado en Jesús de Nazaret. El Dios crucificado de la compasión. El Dios liberador de la vida. El Dios que se hace visible en Jesús.
Ahora sabemos cómo tenemos que vivir. Hacia donde tenemos que mirar: el margen, la periferia,…
Para mí, Dios es también ánimo, impulso, propuesta, sueño, utopía…. para el sentido de mi vida. Para ser más decidido a salir fuera al encuentro de los más caídos….
Y ese Dios en el que creo, lo vivo y se me manifiesta en la comunidad, con vosotros.
No creo en Algo. Creo en Dios Padre, Hijo y Espíritu cuya fiesta celebramos hoy.
Imagen: “Santísima Trinidad”, André Rublëv, 1425