Desde Evang domingo 8 Abril
- 08 de Abril de 2018
Puede haber muchos más signos y señales pero aquí os dejo unas pocas, suficientes para creer -termina diciendo el texto evangélico de hoy- y para que creyendo tengáis vida.
Nuestra mente racional busca pruebas y demostraciones.
Y sin embargo un día, un acontecimiento, un testimonio de vida, un encuentro con otros, una experiencia vital de esas que la vida nos pone ante la misma vida o ante la muerte..., nos abre a otra dimensión, a otra luz, a otra confianza, a la fe.
Un día cualquiera, quién sabe cómo, una cosa de nada te pone de rodillas y te hace exclamar: ¡Señor mío y Dios mío!
Y entonces te pones en movimiento, avanzando, en transformación: del miedo a la alegría, del estar cerrados a estar enviados, de no-ver a ver, del ver o no-ver al creer, del creer al vivir.
Y es que la fe, la fe en Jesús Resucitado, es un acontecimiento extraordinariamente sensacional pero que puede provocarse por un acontecimiento aparentemente insignificante que quizás a otra persona no le diga nada.
Por eso el evangelio de Juan, de hoy dice hay más señales pero aquí os dejo estas. Son suficientes.
-La experiencia de la paz. Desear, contribuir, construirla.
-La misión. El compromiso diario, la lucha solidaria, una vida comprometida,…
-El Espíritu. Dejándome llevar por su aire, su impulso, su dirección..
-El testimonio. De las otras personas, escuchar, valorar, aprender…
-Las llagas y cicatrices. Tocar el dolor, compasivamente al lado del sufrimiento, acompañando la vida dolorida y rota de tantos…
-El perdón. Dando y recibiendo, reconciliándome con los demás,…
-La comunidad. Solo es más difícil, necesitamos apoyos para avanzar, crecer, celebrar y comprometernos….
“Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de sus discípulos. Estos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre” (Jn 20, 31)
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En Ver Adjunto: la “Hoja” de La Palabra.
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