Desde Evang domingo 25 Febr
- 25 de Febrero de 2018
Cuando iban subiendo a aquella montaña alta quizás fueron dejando por el camino algunas de las pocas pertenencias que llevaban para quitarse peso.
“No llevéis bolsa ni alforja ni…”
Pero sobre todo, iban subiendo detrás de él, detrás de Jesús.
“El que quiera seguirme…”
Aprendiendo -como buenos discípulos- a caminar por dónde él caminaba, a acercarse a las personas como él se acercaba, a confiar radicalmente en Dios como él confiaba, a…
Y cuando estaban arriba sucedió algo que no sabían ni explicar.
“…y no sabía lo que decía”
Pero de una cosa estaban seguros y es que se había hecho realidad aquello que decía el salmo 36 con el que ellos solían rezar: “Y tu luz nos hace ver la luz”
Después solo le vieron a él, mientras se oía la voz de Dios desde la nube: “Este es mi Hijo amado. Escuchadlo”
Y de nuevo, normales, en la normalidad diaria, pero tocados y transformados de luz, bajaron al llano, a la vida de cada día, a las preocupaciones, los anhelos, las luchas por la vida y las justicia de la gente corriente.
Porque ahí hay que estar y volver.
Pero ahora con otra mirada. La mirada consciente y comprometida.
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En Ver Adjuntos: La hoja de la Palabra de ayer.
Cada sábado a las 19,00h en BerriOna, encuentro para conocer a Jesús en su evangelio.