Desde Evang domingo 7 Enero
- 07 de Enero de 2018
“Se me abrió el cielo!” es una expresión popular para expresar que ante una situación oscura, compleja o difícil… de pronto aparece una solución, una respuesta o un hecho que da otra luz al problema.
En el rio Jordán aquel día, cuando Juan estaba bautizando, llegó Jesús, se metió al agua para ser bautizado y…. vio como se rasgó el cielo.
¡Los cielos se abrieron!
¡Ya no hay distancias!
En Jesús, Dios se acerca y nos habla al corazón. ¡Hijo mío, hija mía! querida, querido, predilecto.
Ya nada va a ser como antes.
Ahora vemos las cosas de otra manera.
Ahora entendemos a Dios no como amenaza sino como padre-madre.
A pesar de los problemas, la enfermedad, la injusticia,… a pesar de todo lo que nos hace sufrir, nada ni nadie nos separará ya del amor Dios.
En Jesús de Nazaret, ¡se nos ha abierto el cielo!
Ahora nos queda nacer de nuevo. Renovarnos. Transformarnos. Para ser lo que somos y aquí donde estamos. Pero para vivirlo, expresarlo, contagiarlo y comprometernos… con esa luz interior que da el Espíritu de Dios.
Déjate empapar – como Jesús- por la fuerza amorosa de Dios que nos hace hijos e hijas.