Le pedían una lista -de más a menos- de leyes a cumplir y Jesús les habló del amor que sostiene y humaniza la ley y las predicciones de los profetas.
Le hablaban de la letra pero Jesús les habló del espíritu.
Le preguntaban por Dios y Jesús hizo referencia a las personas y cuando le preguntaron por las personas, invocó a Dios.
Respondió bien. (Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas
Nadie puede engañarse, creyendo que ama a Dios, si no confirma ese amor en el amor a los hermanos/as.
El amor a Dios es la razón para amar al prójimo y el amor al prójimo es la garantía de que nuestro amor a Dios no es un amor estéril y vacío.
No se puede separar la religión de la defensa de la justicia y de la lucha por los pobres. No se puede ser intransigente en cuestiones discutibles de doctrina y tener la manga ancha en cuestiones de derechos humanos y de defensa de las personas más débiles.
Lo expresa de manera poética y clara esta frase atribuida a Platón:
"El Amor consiste en sentir que el Ser sagrado late dentro del ser querido".