Desde Evang domingo 30 julio

  • 30 de Julio de 2017
imagen Desde  Evang  domingo 30 julio

Hay una cosa clara y común en las parábolas de hoy y es que ambos protagonistas, tanto el que se encuentra el tesoro casi por casualidad (“el que lo encuentra en el campo…”) como el otro (el comerciante en perlas finas que busca y busca hasta encontrar). Ambos venden todo lo que tienen y compran el tesoro, la perla que han encontrado.
Y lo hacen llenos de alegría. Han encontrado algo que les cambia la cara y la vida.

Yo creo que el Evangelio de Jesús, el mensaje de Jesús, es tesoro, alegría, ilusión, compromiso, renuncia para coger algo mejor, opción y decisión, sentido de vida…..
Y a los/las que nos decimos ser seguidores suyos se nos tiene que notar. Como aquellos dos personajes de la parábola que no pueden disimular su alegría.

Entonces ¿por qué en nuestras comunidades y grupos cristianos nos lamentamos tanto y vivimos con poco ánimo y como desilusionados?
¿Por qué tantos cristianos buenos viven encerrados en su práctica religiosa con la sensación de no haber descubierto en ella un tesoro?
¿Por qué renacen tantos grupos y comunidades que miran a la práctica pasada y se agarran tanto a la tradición?

¿No será como dice aquel dicho: “Se enamoró de sus flores y no de sus raíces y en otoño no supo qué hacer?
¿No será que no aunque hayamos encontrado el tesoro no somos capaces de vender todo para comprarlo?


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