Café-Tertulia, 3 de Marzo
- 27 de Febrero de 2017
Café-Tertulia, Marzo. Primer viernes de mes. 3 de Marzo 2017, Hora: 19,30h
(Ha habido un cambio respecto al programa inicial. Y la pregunta ¿qué me reclama la vida pasa al primer viernes de Abril).
Por eso en esta sesión nos acompañará Justo Sádaba (médico jubilado…y sabio), con la pregunta: ¿Cuál es la finalidad última de mi vida?
Alrededor de esta pregunta básica surgen los interrogantes que configuran la forma de ver y entender el mundo y la vida como: ¿qué puedo saber? , ¿qué debo hacer?, ¿qué puedo esperar?. Son preguntas-clave de las que depende esencialmente la satisfacción y felicidad de cada persona con su vida y su actitud ante su propia e inevitable muerte.
BERRI ONA 3 DE MARZO DE 2017
D. Justo Sádaba
Diálogos sobre aspectos de la existencia humana
En este día, reflexionaremos sobre una realidad más o menos evidente y es que son muchos los seres humanos de nuestro tiempo dominados por apatía, aburrimiento, la irresponsabilidad, en definitiva, por lo que se ha denominado como frustración existencial, o vacío existencial. Ante ello surgen una pregunta que es preciso encontrar respuesta: ¿Cuáles la finalidad última de mi vida? ¿Qué sentido tiene?
Alrededor de esta pregunta básica surgen los interrogantes que configuran la forma de ver y entender el mundo y la vida como: ¿qué puedo saber?, ¿qué debo hacer?, ¿qué puedo esperar? Son preguntas clave de las que dependen esencialmente la satisfacción y felicidad de cada uno con su vida y su actitud ante su propia e inevitable muerte, cuyas respuestas dependen del momento evolutivo de cada cultura.
Ya en 1887, en “El crepúsculo de los ídolos” Nietzsche propuso la siguiente frase, tema central del existencialismo, que mantiene su actualidad: “Quien tiene un porqué para vivir, soporta casi todos los cómos”.
En la cultura de nuestro tiempo el miedo a la muerte está presente. Está presente en Freud, en “El malestar de la cultura” manifiesta la patente inclinación que tenemos a prescindir de la muerte, a eliminarla de la vida; “en lo que menos pensamos es en nuestra propia muerte, ya que es inimaginable; y cuantas veces lo intentemos no pasamos de hacerlo como meros espectadores”.
También en Unamuno, por citar a uno de los nuestros, le preocupa la vida en cuanto es condición para entender la muerte, y esta es su verdadera y angustiosa cuestión ya que no puede prescindir de su dimensión espiritual. Si es importante dar sentido a la vida, esto solo se conseguirá dando sentido a la muerte, lo que nos lleva a la conclusión de que aprendiendo a morir se aprende a vivir. Esto no se puede enseñar, pero se puede aprender.
Novalis, el filósofo y poeta romántico alemán, ya dijo que “El camino misterioso va hacia el interior. Es en nosotros, y no en otra parte, donde se halla la eternidad de los mundos, el pasado y el futuro”.
Tolstoi lo expresó así: “La existencia de la muerte nos obliga a renunciar a la vida o a transformarla dándole un sentido que la muerte no pueda arrebatar”.
Ojalá lo consigamos.